Procesadores de café de Tlapacoyan.

Responsables de generar  contaminación de agua y al ambiente.

Asegura el líder cafetalero Urbino Arcos, que requiere adquirir maquinaria ecología y dejar de usar las obsoletas que generan una terrible contaminación, pero para ello el Gobierno Federal debe destinar recursos para los industrializadores.

Tlapacoyan, Ver.

Por José Manuel García

Despulpadoras de café deberán de cambiar su maquinaria obsoleta por maquinaria ecología para poder evitar asi la contaminación que actualmente generan al utilizar agua para el procesamiento del café y después arrojarla está a los cuerpos de agua provenientes de los ríos El Filo y Bobos.

En esta región se requieren beneficios ecológicos pero para ello “requerimos que el gobierno Federal destine recursos para adquirir esas maquinarias y que los compradores de café dejen de utilizar maquinaria obsoleta que además utilizan mucha agua para poder despulpar el café”, enfatizo lo anterior Urbino Arcos Andrade representante regional de los productores de café en los municipios de Las Minas, altotonga, Atzalan, Jalacingo, Tlapacoyan y Martinez de la Torre, agrego nuestro entrevistado que ya ese tipo de maquinarias provenientes del Brasil ya vienen funcionando en el país y la diferencia es que no requieren agua para despulpar.

“Entonces si adquiriéramos ese tipo de maquinarias ecológicas evitaríamos contaminar nuestros ríos” y remarco nuestro entrevistado diciendo que aquí al utilizar la maquinaria tradicional para un quintal de café se ocupan 400 litros de agua para despulparlo y luego ponerlo a fermentar para que arroje la miel en 28 horas y luego hay que lavarlo y hay que utilizar al menos 300 litros de agua para un quintal, lo cual es una cantidad espantosa de agua que se contamina y que finalmente va a parar a las corrientes de los ríos y arroyos.

El líder cafetalero hizo un llamado a los procesadores de café que acopian y lo industrializan que hagan un poco de control para evitar generar contaminación al tirar al aire libre la cascara o la pulpa junto al rio, caños o arroyos y que “lejos de hacer un mal que mejor hagan el bien” porque al menos esa pulpa de café sirve como abono orgánico y debería de ser aprovechada por los mismos productores del campo, concluyo.