Por Miguel Ángel González
Tlapacoyan, Ver.- Fieles católicos ayer se dieron cita a la iglesia de la Asunción y al santuario del Cerrito para recibir la Ceniza y con esta acción formalmente dan inicio a la cuaresma.
Con la frase “Polvo eres y en polvo te convertirás” es el proceso de preparación de 40 días para llegar a la Pascua, la cual quedó constituida en el siglo quinto, tomando en cuenta los 40 días que Jesús fue al desierto, así como los 40 días que Moisés estuvo en el monte Sinaí, los 40 días que estuvo Elías en oración y penitencia.
En el siglo noveno o décimo se generalizó el signo de la cruz de ceniza, ya sea en la frente o en la cabeza, pues antes solo la ceniza se colocaba a los monjes, lo que significa penitencia, esfuerzo y compromiso por hacer un cambio en la vida.
En el lapso de la cuaresma las primeras dos semanas son para renovarnos y la tercera, cuarta y quinta semana se centran en la renovación del bautismo, en la renovación de las obras de misericordia o la renovación de la pascua.
La ceniza sacramental debe ser bendecida, se obtiene quemando las palmas que se bendicen el año pasado, también de las estampas o cuadros ya deteriorados y de la madera de objetos religiosos y es preparada por el sacerdote y sacristán de cada iglesia.
No necesariamente un sacerdote debe poner en la frente o cabeza del feligrés, también los papas a su familia o personas de la comunidad o incluso uno mismo diciendo “recuerda que eres polvo y en polvo has de volver” o “quiero convertirme y quiero vivir el evangelio”.
