XALAPA, Ver.- Basado en el cumplimiento de protocolos nacionales e internacionales sobre el uso de fuerza letal y de los principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego para funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley, la Fiscalía General del Estado (FGE), en la actual etapa de investigación no advierte responsabilidad penal en contra de tres elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), que abatieron a tres probables delincuentes en el municipio de Río Blanco.
Durante un mensaje dirigido a medios de comunicación, el Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, informó que en los hechos suscitados la tarde del pasado 10 de marzo del año en curso, fueron abatidos José Eduardo “N” y dos menores de edad, de sexo femenino, quienes circulaban a bordo de una unidad automotora tipo camioneta, marca Honda, la cual cuenta con reporte de robo, e hicieron caso omiso de comandos de voz emitidos por personal de la SSP, en los cuales les marcaba hicieran alto para efectuar una revisión.
Contrario a acatar la instrucción preventiva, enmarcada en protocolos de revisión de vehículos y personas, los ocupantes emprendieron la huida y efectuaron disparos con armas de fuego en contra de las fuerzas del orden, como constató la prueba de Rodizonato de Sodio practicada a los hoy occisos.
En resguardo de su vida y en cumplimiento de su deber, los elementos de la SSP repelieron el ataque, encontrándose a larga distancia, como se comprobó de manera científica, desmintiendo categóricamente el dicho popular de que se efectuaron disparos a quemarropa.
Sustentado en el resultado de dictámenes científicos, entrevistas y trabajos de campo que constituyen datos de prueba, la Fiscalía General del Estado (FGE) confirma que en los hechos no existe ejecución extraoficial, toda vez que se repelió una agresión directa con armas de fuego, que ponía en riesgo la integridad física de los elementos policiacos y de la otras personas.
Al continuar con la investigación, la FGE obtuvo muestras de señas particulares, tipo tatuajes, la posesión del vehículo siniestrado, el análisis de telefonía y fuentes abiertas, estudio del perfil psicológico y de trabajo social, que permitieron a la instancia investigadora establecer que, dos de los hoy abatidos compartían rasgos sanguíneos y uno tercero es identificado como una amistad cercana; asimismo, se investiga su probable membresía a una banda delictiva.
A su vez, Winckler Ortiz expresó que mediante trabajo de campo, técnico, pericial y científico, es analizado el origen y autenticidad de una imagen fotográfica difundida en redes sociales en las que se visualizan circunstancias distintas, cuyo análisis forense preliminar sustentado en la aplicación de un software especializado, arroja como resultado que se encuentra probablemente manipulada a través de retoque fotográfico “Es claro y se quiere señalar, que desde el momento en que esta autoridad tuvo conocimiento de la existencia de esta fotografía, la Policía de Investigación está abocada a identificar y a localizar el origen de la misma, para en su caso realizar la extracción directa del equipo con el cual supuestamente se tomó para hacer los análisis correspondiente y tomar la entrevista a la persona que la capturó”.
Finalmente, el Fiscal General aseveró que el órgano autónomo a su cargo, no protege a delincuentes, ni fabrica culpables de ilícitos, por lo cual da a conocer a la opinión pública hechos reales, sustentados en datos, pruebas y periciales, por lo que conminó a los medios de comunicación que —sin tener bases científicas— le han dado una connotación morbosa y distorsionada a los hechos, se ocupen de dar a conocer la verdad de los hechos.
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